Sunday 29 January 2012

Distracciones - X

Habían pasado ya unos cuantos días, Des ya había vuelto a trabajar y Min pasaba las tardes leyendo cartas que él comenzó a escribirle pensando en un futuro feliz y bien animoso. Ella jamás había recibido una carta jamás, y cuando tuvo en sus manos el primer papel escrito, se sintió como una mujer amada por un galán de los años 20. Se sonrojaba a veces sin siquiera darse cuenta de que no tenía porqué hacerlo.

Esa tarde era algo fuera de lo común, llevaban ya algo más de dos meses saliendo y Min esperaba a la noche para encontrarse con Des en un local para ir a comer algo fuera de la ciudad. Una reserva especial, había dicho Des cuando le dio la invitación. Ella asintió con una sonrisa inmensa y los ojos cerrados al acercarse a darle un beso.

Al llegar la hora tomaron un taxi que los dejó en la puerta de un restaurant que tenía buena pinta y precios bastante adecuados al bolsillo de Des, que fue quien pagó todos los detalles.

- Eres demasiado bueno, Des - le dijo después de besarlo - Creo que soy muy afortunada o tú estás definitivamente loco.
- Ahaha, pensé que yo era el afortunado de que una chica como tú me aceptara como pareja después de todo el tiempo en que no pasaba nada - contestó él haciendo alusión a lo fome que él sabía que había sido cuando la conoció - Eres hermosa, Min, mereces que te traten bien.
- No merezco nada, hombre - lo miró a los ojos un poco seria - Nadie merece cosas, solamente se las gana por hacer cosas buenas, quizás yo me gané esto por aceptarme a ser feliz de una vez por todas con alguien y al mismo tiempo hacerlo feliz, ¿no crees?
- Eso es algo que deja harto para conversar, pero sí, creo que es un buen argumento - le contestó pensando en una palabra que buscaba en su mente - Karma, ¿no?
- Así es.

La comida estuvo liviana pero llenadora, algo de pescado con ensaladas y una sopa de vegetales con verde. Ambos tomaron vino y de postre helado con frutas frescas.

- El helado estaba exquisito - dijo Min al salir del local tocándose las mejillas con ambas manos en señal de goce - Era piña con frambuesa la fruta, eso creo.
- Sí, creo que eran frambuesas, dulces pero frescas - contestó Des tomándola por la espalda como ya se había vuelto costumbre al andar por la calle o en casa - Vamos a casa - le dijo al oído levantando un brazo para detener un taxi de vuelta.
- Sí, a casa.

Al llegar a casa prepararon té, aún era temprano y al día siguiente Des no tenía que trabajar. Era fin de semana. Vieron una película como parte de la rutina ya implantada e hicieron comida para el próximo día, así podrían dormir más.

A la mañana siguiente un quiebre con lo planeado los despertó a ambos. El móvil de Min sonaba con un ring que Des desconocía, la miró raro preguntándole con la mirada quién era. Ella al mirar el teléfono a su cara no pudo contener la cara de preocupación y antes de contestar le hizo una seña de silencio con el dedo frente a sus labios.

- Pensé que habíamos quedado en que no me volverías a llamar hasta que yo te lo dijera - parecía molesta y algo nerviosa - No, no quiero - comenzaba a enojarse más y su mano libre empezaba a empuñarse - Mamá, me haz jodido la mañana. Chao.

El corte fecundó un sollozo previo a un llanto que Des sólo pudo notar cuando la espalda de Min comenzó a dar saltos. Des jamás había oído a Min hablar de su madre. Creyó que no existía, nunca preguntó por ella la verdad. Lo peor de todo es que ni Uno, su mejor amigo, ni Ester, su mejor amiga, lo sabían. Un secreto jamás contado y que además traería consigo otra sorpresa aún peor que estaba por saberse.

Friday 27 January 2012

El sol calienta la espalda de muchos caminantes del puerto. La sobrecarga no llega en barcos ni en camiones, llega en el aire, con los pájaros mañaneros, con la música de la rutina, con los buenos días que das al dar la cara cuando saludas a alguien a estas horas.
Miro por las ventanas y reconozco el mar vecino. Es calmado y relajante a la vista, pero sé que internamente está como yo, agitado y perturbado.
Es difícil escribir por ahora, pero sólo informo que a pesar de ello, lo sigo haciendo... ayer tu nombre apareció en una hora como esta y en mis sueños. Sonreí y seguí trabajando. Ahora también lo hago.

miércoles 25, enero 2012. 9.35 am.

Thursday 26 January 2012

Reconocimiento

A veces creo que debiste ser tú desde un comienzo. No me arrepiento si de cómo tuvo que ser para darme cuenta de esto, a pesar de ello, me pesa que haya sido así.
Palabras tontas se quedan plasmadas en la nada que nació entre el espacio y el tiempo muerto del no haberme dado cuenta antes.
Recuerdo frases que definan esta situación y creo que otras veces he llegado a la misma: "Hay un momento en que un hombre tiene que luchar y un momento para reconocer que su destino está perdido, que el barco zarpó y que sólo un tonto lo seguiría... la verdad es que siempre he sido un tonto" de Big Fish.
Es ridículo. Me río de mi desgraciada mente y mis ciegos ojos por no parpadear antes de tiempo y así mirar realmente la verdad que tuve en frente esa noche y mañana en que nos conocimos.

Ahora todo depende de cosas pasadas que pesan sobre ti y sobre mí con una fuerza que llamamos unanimamente "incomodidad".

Difícil se hace despertar en las mañanas sin mirar atrás y resfregarme los ojos imaginándote ahí. Difícil caminar sabiendo que jamás quizás acompañarás mis pasos como me gustaría. Difícil saludarte sin que te sientas lejana y repelente ante un abrazo cálido de alguien que te quiere. Difícil hablar del tema sin que nos sintamos extraños y ajenos. Finalmente compartir cosas se hace difícil sin que uno de los dos tenga que desaparecer.

Wednesday 25 January 2012

Cartas de Des a Min: Carta Primera.

No sé si sea la forma en que te veo, el medio por el cual me expreso diariamente o las cosas que tengo en mente lo que han generado escribir esta carta. La verdad no sé cómo comenzar y lo único que tengo que decirte a esta fecha, un mes y un día saliendo contigo, es que eres la mujer que he buscado. Sé que he sido un pánfilo, lento quizás, o fome, pero creo que mis desiluciones amorosas han generado un escudo tan grande en mí que me ha costado romper bajo el efecto que tienes en mí.
Min, eres hermosa, alegre, directa, simpática, entretenida, jamás te quedas callada ante algo que te moleste o encuentres mal, lees, escuchas música que rompe con los esquemas preliminares y modistas del momento y además compartes mucho de tu conocimiento conmigo. No voy a decir que eres perfecta porque sé que algún día todo esto puede volverse lo contrario, siendo realista, no pesimista y esto vuelque en una carta quemada o en una chorreada de puteadas que prefiero ahorrarme. Pero ese no es el tema, el tema es que me gustas, demasiado, han sido días de locos, hartas salidas con alcohol, calor y más que un beso robado bailando contigo. Me ha gustado todo lo que he compartido contigo y espero seguir haciéndolo.
Es ridículo sentirse así de nervioso, como un cabro chico en una prueba, pero hace tanto que esto no sucedía en mí, que prefiero plasmarlo en este papel con el fin de hacerte ver lo feliz que me haces y lo feliz que también te puedo hacer a ti si esto funciona como queremos. Eres genial, Min. Gracias por aceptarme tal cual soy y compartir conmigo tu personalidad que me ha dejado anonadado desde que me hablaste y aceptaste bailar conmigo. La proxima vez, esto, espero, sea en palabras cara a cara, pero si te gusta, puedo seguir escribiendo cartas. Un beso, debes estar durmiendo ya, así que buenas noches.

PD: si vamos a compartir música, parto yo: Option de "Crosses".

Tuesday 24 January 2012

Aquellos ojos.

"Tuve la sensación de que podía caer dentro de aquellos ojos”
— Charles Bukowski.

Wednesday 18 January 2012

Caminando


Mirando a la gente pasar reflejado en las ventanas de edificios y microbuses llenos por la mañana, me doy cuenta que comienzo a entristecer al buscarte entre las facciones mañaneras completas de desprecio, sueño y hambre. Busco esa cara diferente, busco tus ojos, y lograr zafarme de las demás que observan.
Sigo caminando, saltando líneas de las separaciones de baldosas de cemento en las veredas y me pregunto porqué no logro convencerme de que no te encontraré hoy, ni aquí, ni ahora.
Me motiva si el hecho de saber que existes y que al menos me puedo acercar a ti como algo etéreo.

Espero... como bien me dijiste que hiciera, pero nadie cruza la calle para sentarse a mi lado y compartir un cigarro, un tema, un viaje o algo más.
Quizás las bancas estén muy duras y yo ya me acostumbré a esa aspereza de la vida. De vivir en una ciudad hermosa a la vista, pero que no refleja aún el espíritu de amor que hay en cada persona hacia otra.

Los cerros son testigos de eso y las calles lamentan mezclar lágrimas y lluvias en un mismo caudal que da al mar. Los barcos saludan mirando el clima cambiar y los pies se hacen pesados de vez en cuando tratando de acercarme a ti sin sentir el nerviosismo y la vergüenza de un niño diciendo una mentira.

Tanto he dicho y tal vez jamás lean esto. Esto que prefiero cerrar aquí: te vi ayer y ya te extraño.

Tuesday 17 January 2012

You are... out of time...

“I’ve seen worlds bathed in The Makers flames. Their their denizens fading without so much as whimper. Entire planetary systems born and raised in the time it takes your mortal hearts to beat once. Yet all throughout, my own heart, devoid of emotion of empathy, I have felt…. NOTHING. A million, million lives wasted. Had they all held within them your tenacity, had they all loved life as you do… Perhaps it is your imperfection, that which grants you free will, that allows you to percivere over all cosmically calculated odds. You prevailed where the Titan’s own perfect creations have failed. I’ve re-arranged the reply code, your planet will be spared. I can’t be certain about my own calculations any more.”
— Algalon, the Observer

Sunday 15 January 2012

Distracciones - IX

Pocos días pasaron para que Min se recuperara, fue una recaída que sufrió por falta de sueño y unos descansos bien merecidos, los cuales pudo disfrutar en casa de Uno y Ester. El color le había vuelto, la garganta ya no dolía y Des estaba con ella. Todo marchaba bien después del siniestro.

Los padres de Des aportaron con un monto y el seguro de la oficina terminó por cubrir lo que sería la recuperación y posible traslado de lugar del establecimiento laboral. Él estaba muy agradecido de saber que no tendría que calentarse la cabeza por tratar de salvar proyectos, ya que las compañías con las que trabajaba también ayudaron a regular la situación frenando algunas peticiones hasta que todo volviera a la normalidad, por lo que Des se tomó unos días y los aprovechó con Min.

- Estás helada, ¿te sientes bien? - preguntó Des a Min al tomarla de las manos.
- Sí, re bien, me siento bien - le contestó sonriendo, mirándolo hacia arriba por la diferencia de altura que poseían.
- Abrígate igual, no quiero que vuelvas a enfermarte - le devolvió una mirada cálida con cierta cuota de preocupación y sutileza. Preocupación que nunca antes Min había sentido en su vida. Ella se acercó un tanto más a él y le besó poniéndose de puntillas. Él la tomó de la cintura y la rodeó con sus brazos levantándola unos centímetros del suelo. En el beso, ambos se rieron.

- Hey, hey, ya basta de tanta lujuria indómita en nuestra casa - gritó Ester sarcásticamente desde el baño mientras se peinaba con la puerta abierta y lograba verlos en el pasillo - Creo que ya es hora de que ambos se vayan calladitos a casa y vuelvan a su rutina - movía las manos haciendo gesto de correteo con el ceño fruncido.
- Que pesada, Ester - Min le dijo muerta de la risa, acercándose a ella y dándole un beso de agradecimiento en la cara - Eres la mejor, que no se te olvide, amiga.
- ¿Y yo? - sonó una voz del fondo de la pieza, Uno también quería créditos.
- Tú, gracias por preparar la comida.

Todos rieron gritando “Sí, gracias”, porque sabían que Uno nada más preparaba ensaladas contundentes que a todos gustaban. Frescas y bien sazonadas.

Al volver a casa, Min invitó a pasar a Des, tomaron un café juntos y se durmieron en el sofá compartiendo una película en blanco y negro que nunca supieron el nombre. Des despertó primero. Contempló un momento a Min durmiendo acurrucada, la levantó lentamente, como cuando llegó bebida la última vez que él estuvo ahí y la tapó siguiendo la rutina pasada. La única diferencia que obtuvo, fue que al darse vuelta para salir del cuarto, una mano lo atajaba y lo hacía volver a la cama.

- La tarde es de sofá y películas, la noche es de cama y compañía - dijo Min en la oscuridad - Ven acá, duerme conmigo.

Des asintió para sí mismo, se sacó los zapatos con los pies y se adentró en la cama de Min abrazándola y como si fuera un sueño, se vio a sí mismo en un reflejo mental en tercera persona, con la cabeza de Min en su pecho y el brazo derecho sobre los hombros de ella mientras él cerraba los ojos.

Sunday 8 January 2012

Dame la fuerza para seguir, que solo no puedo...



que triste es vivir sin intentar, que triste es morir sin haber amado...