Elun for ever, gamer, escritor, comiquero, cinéfilo y amante del buen café/mate. Ex fumador de cigarrillos y siempre música sonando cerca.
Saturday, 31 December 2011
Monday, 19 December 2011
Distracciones - VIII
Min despertó enferma al día siguiente. Todos se fueron a casa de Uno y Ester para que ella viera que estaban bien y se calmara un poco. Había preparado comida y té para ellos. Llegaron cansados y algo callados, pero tranquilos. Comieron y conversaron un tanto para poner al día a Ester. Min se levantó primero de la mesa, se echó en el sofá y durmió hasta la mañana del otro día. Des volvió a su casa y llamó a sus padres para dar señales de vida y también relajar a la familia. Uno ayudó a Ester con las cosas de la cocina y ordenar la mesa. Al finalizar todo Ester tapó a Min y se fue a acostar. Ya era tarde.
- ¿Todo bien? - le preguntó Uno cuando ella entraba a la pieza.
- Sí, amor, todo bien - una sonrisa leve aseguró la respuesta al acercarse a él y darle un beso en la frente.
-¿Sabías que Min te quiere como a una madre cierto? - le tomó la mano derecha mirándola directamente a los ojos.
- Lo sé, Víctor, yo también la quiero como una hija - le devolvió la mirada con tal sutileza que Uno se sintió seguro, se alegró y también sonrió con gusto.
- Debemos cuidarla, sé que no nos corresponde, pero merece que la cuidemos, es nuestra "hija".
- Sí, la cuidaremos. Des también la cuidará.
- Eso espero, me cae bien el tipo.
Ester se acurrucó sobre el pecho de Uno y cerró los ojos mientras él le acariciaba el pelo acostado a su lado. Ambos estaban cansados, al cabo de un rato los estaban dormidos.
Una tos muy fuerte los volvió a despertar, eran las 9 am y Uno abrió un ojo antes que el otro previo a levantarse y recordar que Min estaba en casa. Caminó a verla y la fiebre se le notaba a leguas de distancia.
- ¡Vaya desastre! ¿qué te pasó, Min? - Uno se agarraba la cabeza a dos manos exagerando la situación con una pierna semi doblada como si se protegiera de los microbios de cada tosido que lanzaba Min.
- No lo sé, me mata la cabeza, creo que los helados de noche lograron vencerme - contestó con varios cortes aguantándose el impulso de la tos y tapándose la boca en caso de emergencia - Oh, mi garganta... Uno, hazme un té con limón y miel, por favor.
Uno recordó lo que en la noche había hablado con Ester. No se arrepentía de nada. Era hora de cuidarla. Ester aparecía por un costado del living y le traía unas tabletas de paracetamol con agua. Se las pasó a Min y miró a Uno con cara de "Sí, es hora de cuidarla". Se rieron para sí mismos y Min no sabía nada del chiste. El día recién comenzaba.
- ¿Todo bien? - le preguntó Uno cuando ella entraba a la pieza.
- Sí, amor, todo bien - una sonrisa leve aseguró la respuesta al acercarse a él y darle un beso en la frente.
-¿Sabías que Min te quiere como a una madre cierto? - le tomó la mano derecha mirándola directamente a los ojos.
- Lo sé, Víctor, yo también la quiero como una hija - le devolvió la mirada con tal sutileza que Uno se sintió seguro, se alegró y también sonrió con gusto.
- Debemos cuidarla, sé que no nos corresponde, pero merece que la cuidemos, es nuestra "hija".
- Sí, la cuidaremos. Des también la cuidará.
- Eso espero, me cae bien el tipo.
Ester se acurrucó sobre el pecho de Uno y cerró los ojos mientras él le acariciaba el pelo acostado a su lado. Ambos estaban cansados, al cabo de un rato los estaban dormidos.
Una tos muy fuerte los volvió a despertar, eran las 9 am y Uno abrió un ojo antes que el otro previo a levantarse y recordar que Min estaba en casa. Caminó a verla y la fiebre se le notaba a leguas de distancia.
- ¡Vaya desastre! ¿qué te pasó, Min? - Uno se agarraba la cabeza a dos manos exagerando la situación con una pierna semi doblada como si se protegiera de los microbios de cada tosido que lanzaba Min.
- No lo sé, me mata la cabeza, creo que los helados de noche lograron vencerme - contestó con varios cortes aguantándose el impulso de la tos y tapándose la boca en caso de emergencia - Oh, mi garganta... Uno, hazme un té con limón y miel, por favor.
Uno recordó lo que en la noche había hablado con Ester. No se arrepentía de nada. Era hora de cuidarla. Ester aparecía por un costado del living y le traía unas tabletas de paracetamol con agua. Se las pasó a Min y miró a Uno con cara de "Sí, es hora de cuidarla". Se rieron para sí mismos y Min no sabía nada del chiste. El día recién comenzaba.
Wednesday, 14 December 2011
3.51
AM.
To do list:
- Irme al carajo
- Dormir
- Despertar
- Presentar el TT
- Vivir.
Wish to do list
- Abrazarte
- Estar más cerca.
To do list:
- Irme al carajo
- Dormir
- Despertar
- Presentar el TT
- Vivir.
Wish to do list
- Abrazarte
- Estar más cerca.
Saturday, 10 December 2011
Disappear
Why, tell me the reasons why
Try, still I don't understand
Will I ever feel this again
Blue sky, I'll meet you in the end
Free them, free the memories of you
Free me, and rest 'til I'm with you
A day like today
My whole world has been changed
Nothing you say
Will help ease my pain
Turn, I'll turn this slowly round
Burn, burn to feel alive again
She, she'd want me to move on
See me, this place I still belong
Give chase, to find more than I have found
And face, this time now on my own
Days disappear
And my world keeps changing
I feel you here
And it keeps me sane
So I'm moving on
I'll never forget
As you lay there and watched me
Accepting the end
I knew you were scared
You were strong I was trying
I gave you my hand
I said it's okay letting go time to leave here
And I'll carry on
The best that I can without you here beside me
Let Him come take you home
Tuesday, 6 December 2011
Friday, 2 December 2011
Distracciones - VII
Des estaba sentado en la parte trasera de una ambulancia cuando llegó Min y Uno al lugar. Una quemadura no tan grave, pero fea, se le veía en su brazo izquierdo, su brazo funcional. El hollín impregnado en su camisa, los pantalones algo achurrascados por el calor, con las manos negras y las mangas dobladas a la altura de los hombros. Se veía bien dentro de la imagen que representaba el desastre del siniestro.
Min reconoció a Des entre la gente, corrió hacia él y Uno tras ella notó el destrozo del bloque casi por completo, a su vez observó los trabajos de los bomberos, paramédicos y policías que ayudaban aún a las personas con problemas, heridas o controlando rastros de nuevos focos de fuego después de la explosión. El calor era demasiado, poderoso, y el sol de la tarde aumentaba la temperatura del lugar.
Des se paró antes que Min llegara a su lado. La besó, fuertemente, haciendo caso omiso al dolor y ardor de su brazo rosando con la chaqueta de la mujer que besaba. Todo parecía estar bien, pero Des no lo estaba.
- ¿Qué pasó? - preguntó Uno al verlo un tanto cabizbajo - No hubo muertos. ¿No?
- No, todos salvaron, algunos con quemaduras graves ya los mandaron al hospital...
- ¿Entonces? - interrumpió Min tomándole la mano del brazo sano, haciendo chocar su plama con la de él al ritmo del segundero.
- Perdimos todo. La explosión derritió el cableado interno del edificio, recalentó los motores de datos de la oficina y el golpe de corriente después de la vuelta de energía quemó 3 computadoras, entre esas, la mía y nos quedamos sin piso para poder reinstalarnos. El seguro cubre gran parte de la pérdida, pero no nos ayudará a encontrar un nuevo espacio para reubicarnos - Des se lamentaba y a la vez se quejaba por el movimiento del aire sobre sus quemaduras - Si no encontramos algo de acá a una semana más, estamos en la calle.
Un paramédico se acercó a ellos y le pidió a Des acompañarlo de vuelta a la ambulancia para realizarle curaciones en su brazo. Uno en forma silenciosa de apoyo puso el suyo sobre los hombros de Min, la acercó a él y terminó por abrazarla. Sabía lo que se venía.
Ella no entendía por qué le afectaba tanto todo esto. Pero, por tercera vez desde que Uno la conoce, Min lloró, el stress pudo más y lo sacó afuera. Después de todo, había que sacar la angustia acumulada de ese día. Des desde lejos la miraba y se mordía el labio inferior un tanto nervioso.
Min reconoció a Des entre la gente, corrió hacia él y Uno tras ella notó el destrozo del bloque casi por completo, a su vez observó los trabajos de los bomberos, paramédicos y policías que ayudaban aún a las personas con problemas, heridas o controlando rastros de nuevos focos de fuego después de la explosión. El calor era demasiado, poderoso, y el sol de la tarde aumentaba la temperatura del lugar.
Des se paró antes que Min llegara a su lado. La besó, fuertemente, haciendo caso omiso al dolor y ardor de su brazo rosando con la chaqueta de la mujer que besaba. Todo parecía estar bien, pero Des no lo estaba.
- ¿Qué pasó? - preguntó Uno al verlo un tanto cabizbajo - No hubo muertos. ¿No?
- No, todos salvaron, algunos con quemaduras graves ya los mandaron al hospital...
- ¿Entonces? - interrumpió Min tomándole la mano del brazo sano, haciendo chocar su plama con la de él al ritmo del segundero.
- Perdimos todo. La explosión derritió el cableado interno del edificio, recalentó los motores de datos de la oficina y el golpe de corriente después de la vuelta de energía quemó 3 computadoras, entre esas, la mía y nos quedamos sin piso para poder reinstalarnos. El seguro cubre gran parte de la pérdida, pero no nos ayudará a encontrar un nuevo espacio para reubicarnos - Des se lamentaba y a la vez se quejaba por el movimiento del aire sobre sus quemaduras - Si no encontramos algo de acá a una semana más, estamos en la calle.
Un paramédico se acercó a ellos y le pidió a Des acompañarlo de vuelta a la ambulancia para realizarle curaciones en su brazo. Uno en forma silenciosa de apoyo puso el suyo sobre los hombros de Min, la acercó a él y terminó por abrazarla. Sabía lo que se venía.
Ella no entendía por qué le afectaba tanto todo esto. Pero, por tercera vez desde que Uno la conoce, Min lloró, el stress pudo más y lo sacó afuera. Después de todo, había que sacar la angustia acumulada de ese día. Des desde lejos la miraba y se mordía el labio inferior un tanto nervioso.
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