Monday, 24 October 2011

Bitácora del capitán

día 11

Zarpar con tripulación completa no ha servido de nada si navegar por estas aguas oscuras no nos trae a más tierra que sólo tormentas. Tormentas que han caído de golpe sobre la cubierta dejando heridos, estragos y pérdidas materiales. Pérdidas materiales que también han dejado la moral de algunos marineros y la mía por los suelos invisibles y lejanos a la observación del mástil y los astrolabios.

Una ola de agua enfurecida ha tapado el sector del timón y me ha hecho caer tan fuerte que la brújula que portaba se ha roto y estamos a merced de las nubes y lluvias. Sin importarme esto, he decidido trazar una ruta imaginaria tratando de lograr encallar en algún roquerío o playa para poder descansar de este viaje que lleva pocos meses, pero con bajas tan considerables como si hubiera pasado un año.

Estoy exhausto y necesito dormir, pero no puedo dejar a mis hombres de lado. Me han ayudado bastante como para parecer un viejo barbudo cansado de tanto viaje y que sólo busca un tesoro que se le fue negado y se convirtió en pirata por rebeldía y cobijo del destino de los mares, juntando historias para contarlas y quizás con alguna llegar a oídos de las aves costeras que nos lleven de vuelta a tan sutil tierra firme.

He comenzado a escribir esta bitácora para que en algún momento, alguien sepa lo fiel que fui a lo que buscaba, y que independiente las adversidades, negaciones y rechazos de tan respetable hilo del destino, el mar y mi tripulación siempre siguieron conmigo. Acompañando noches y días tristes, bajo tormentas y soles incandescentes y a la par de cualquier otro dentro de este barco que avanza sin rumbo hacia una posible felicidad.

1 comment:

  1. Que noble... Exito en su viaje hombre reptiliano de siete vidas (:

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